En el kilómetro 57 de la ruta a Tobati, en el barrio Loma Guazú de nuestra ciudad, se encuentra el oratorio a la Virgen María en su advocación de Rosa Mística. Un sendero de palmas con las estaciones de la vía crucis nos conducen hasta una construcción de piedra, a medio terminar. Es en ese lugar donde cada año, desde hace 10 años aproximadamente, se venera a la Virgen.
En el lugar encontramos un manantial de donde la gente lleva el agua bendita y según nos comentó la señora Francisca Paredes de Rivas, antigua pobladora y catequista, “el agua tiene poder curativo como el agua del Tupasy Ykua”.
A pesar de la distancia, del frío y de gente que desea participar, el oratorio sigue en construcción así como el comedor que funciona como centro catequístico.
El lugar también cuenta con energía eléctrica y agua potable.
El día 13 de julio pasado, a las 8 de la mañana se llevó a cabo la tradicional procesión de la Rosa Mística por las calles del barrio. Luego, la celebración eucarística, cerrando con un festival artístico. Además, como en años anteriores, se sirvió un rico almuerzo para los niños y visitantes. El señor Bartolomé Rojas contó que la primera edificación del lugar fue el oratorio y que “de a poco se fue poblando alrededor, aunque falten varias cosas los vecinos estamos contentos de contar con la presencia y protección de la Rosa Mística”, enfatizó.
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