jueves, 5 de agosto de 2010

EDITORIAL: "Que la novena intendencia sea la vencida"

El 7 de noviembre serán las elecciones para un nuevo intendente de nuestra ciudad. Desde la creación de la intendencia de Caacupé, hace unos 40 años, desfilaron por la institución municipal ocho intendentes, todos ellos colorados. El primer intendente, designado por el entonces dictador Alfredo Stroessner, fue Bartolomé Sánchez Patiño, quien posteriormente fue removido del cargo por el mismo Stroessner por hechos de corrupción.
Luego fue designado el amigo personal del dictador, el Cap. (SR) Emigdio Kunzle quien estuvo hasta el 89 cuando fue destituido por el entonces reciente Presidente de la República General Andrés Rodríguez, que acababa de realizar el golpe que derrocó al tirano. Rodríguez nombró al hermano de uno de sus camaradas del golpe, Don Justo “Totí” Noguera, quien entregó el mando al primer intendente electo por el pueblo, en el año 1991. Para sorpresa de la nueva generación, que no vivió esos tiempos, el pueblo eligió entonces a Don Bartolomé Sánchez Patiño, que de esta manera volvía al cargo después de haber sido relevado por malos manejos administrativos.
En esta ocasión, Sánchez tampoco pudo terminar su segundo mandato pues la Cámara de Diputados lo destituyó por la misma razón que la primera vez, hechos de corrupción denunciados por la Junta Municipal y corroborados por la Contraloría General de la Rca. Completa el mandato del destituido el concejal Cristino Eduardo Fleitas Céspedes, que tuvo una interesante gestión aunque breve.
En las elecciones de 1996 salió electo Don “Totí” Noguera quien así vuelve al cargo, pero esta vez por mandato popular. “Totí” le dejó su lugar en el 2001 al Ingeniero Eliseo Aquino, quien estuvo al frente de la institución municipal hasta el 2006. Durante su mandato fue acusado de desfalco a las arcas municipales y terminó con su tesorera en la cárcel. Aquino no es bien recordado por esos hechos.
Y en el 2006, sin haberlo deseado, terminó siendo electo el Ingeniero Arnaldo Alum Deggeller. Su gestión más bien se podría calificar de pobre y apática.
En esta breve reseña se puede percibir la historia poco productiva de los intendentes colorados y hasta poco fiables. Lo que la ciudadanía espera es un intendente que trabaje en serio, para Caacupé, y que traiga soluciones que los anteriores no han dado. La gente no quiere intendentes que se acuerden de la ciudad solo cada 8 de diciembre, que sean acusados de desfalcos, que sean removidos de su cargo por hechos de corrupción, ni que no les entusiasme dirigir la ciudad. La gente espera un intendente diferente a los anteriores. Ojalá este sea el turno de Caacupé.

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